29.9.06
Sincerely yours
( December)
excuse
is not foul
is not described
proposed.
in not proven.
not a lack.
love.
is not framed.
is not mere.
scar theory.
not merely.
is not worth.
sincerely yours.
24.9.06
Falso inicio, je
19.9.06
( both)
13.9.06
de María Negroni
Me enamoré en el acto de Manhattan. En parte, sin duda, porque su realidad me rehuía. ¿Había llegado al centro del Imperio o a un catálogo del Tercer Mundo? New York era, en los 80, una ciudad filosa, donde convivían los edificios en ruinas y los paneles bursátiles, los sueños puros y la pesadilla, la escoria y los museos, el libertinaje y la mendicidad, los desamparos de la pobreza y los del lujo, lo reconocible y lo que no lo es. Una grilla nocturna que viajaba, ella misma, como si fuera un barco. Alguna vez soñé que la veía desplazarse frente a mí y me preguntaba por dónde iba a cruzarla. Sentía que sus calles pertenecían a una comunidad de seres errantes, fugaces e inseguros como yo. Una ciudad desmemoriada, hecha de zonas oscuras y fragmentos expulsados, donde el exilio, como escribió Charles Simic, dejaba de ser un infortunio para volverse una oportunidad sin par. Aquí podría escaparme de todo lo que me había molestado hasta entonces. Podría dejar atrás los roles asignados, el peso de la tradición, la política de los clanes y sus vocabularios. Nada más interesante que el anonimato para vivir y crecer. O, más bien, para sacudirse las convenciones y códigos sociales y fundarse de nuevo. Wim Wenders dijo una vez, en una entrevista, que en New York había encontrado una segunda infancia. Otro cineasta, Jonas Mekas, registró una emoción similar con su máquina de filmar recuerdos. Joseph Cornell los precedió (y acaso, por adelantado, los superó a los dos): con un sensorium hecho a la medida de su obsesión, concibió el espacio urbano como lugar de escondite, fascinación y ensueño, es decir como un arsenal de imágenes donde ejercer el saqueo, y así multiplicar ad infinitud las representaciones del mundo y sobre todo, de sí mismo. Sus cajas inesperadas son la prueba de que, en la ciudad hormigueante, es posible perderse; es más, es posible perfeccionar el método de perderse para seguir siendo el niño o la niña que nunca dejamos de ser.
Me adueñé, digamos, de una libertad que nunca antes había sentido. Todo lo que fuera descentrado me atraía, los cruces de géneros, la poesía en prosa, los ensayos líricos, la calidad golpeada de cierta narrativa, lo que rebasaba las fronteras geográficas, políticas y de género. Empecé a pensar y a escribir en contrapunto y usando varias voces. Mis libros son en parte, creo, el intento de transformar las sensaciones de inquietud y malestar, por medio de la magia, muchas veces penosa, de la escritura, en una suerte de defensa del fracaso y una apuesta al extravío como posibilidad existencial.
La novelista Bharati Mekherjee, en su libro Días y noches en Calcuta, refiriéndose a tres sucesivas migraciones que experimentó en su vida, anotó: “Cada fase requería una suerte de repudio de los avatares previos; un total renacimiento”. Algo parecido, quizá, había hecho yo. ¿Había usado el irme como solución neurótica? ¿Sería posible que Joseph Brodsky tuviera razón? Pensaba con espento en su ensayo “A room and a half”: “Si alguna vez hubo algo real en mi vida –escribió el poeta ruso desde New England—fue precisamente ese nido, opresivo y sofocante, del cual había querido tan desesperadamente huir.”
“You’ve come full circle”, dicen en inglés para referirse a ese tipo de situaciones, a las que se accede rara vez, y en las que se produce una súbita comprensión de algo. Lo que se aprende casi siempre coincide con la sospecha de que, si se espera lo suficiente, todo no es dado a todos y los escenarios donde eso ocurre carecen de importancia.
Nueva York, diciembre de 2005.
Acerca de...
http://www.eluniversal.com.mx/cultura/49135.html
http://www.andante26.com/revista/index.php?option=com_content&task=view&id=102&Itemid=94
http://www.hojaporhoja.com.mx/articulo.html?capitel=1&identificador=6037&numero=110
salut y salud!!
-bram
De tantos ser abril ( o julio): y así.
De tanto ser julio María Negroni dejó un sabor a gajo de naranja. De tanto ser julio yo también quedé fascinado escuchando todo lo que Negroni dijo con esa pasión tan argentina?. Tan ella: se disculpo porque quizá sintió que sus comentarios fueron duros , pero no sólo fueron certeros. Al final dijo algo acerca de la luz. Algo que siempre voy a recordar. Y así.
María Negroni nació en Rosario, Argentina. Tiene un doctorado en Literatura Latinoamericana en la Universidad de Columbia, Nueva York. Ha publicado varios títulos de poesía: de tanto desolar (Libros de Tierra Firme, 1985); La jaula bajo el trapo (Libros de Tierra Firme, 1991); Islandia (Monte Avila Editores, 1994; Station Hill Press, N.Y. 2001); El viaje de la noche (Editorial Lumen, 1994); Night Journey (Princeton University Press, 2002); Diario Extranjero (La Pequeña Venecia, 2000; Maison des Ecrivains Etrangers, 2001); Camera delle Meraviglie (Quaderni della Valle, 2002), La ineptitud (Alción, 2002) y Arte y Fuga (Pre-Textos, Valencia 2004). También publicó tres libros de ensayos: Ciudad Gótica (Bajo la luna nueva, 1994), Museo Negro (Grupo Editorial Norma, 1999), El testigo lúcido (Beatriz Viterbo Editoras, 2003), una novela, El sueño de Ursula (Seix-Barral, Biblioteca Breve, 1998) y un libro-objeto en colaboración con el artista plástico Jorge Macchi, Buenos Aires Tour (Ediciones Turner, Madrid 2004). Tradujo, entre otros, a Louise Labé (Sonetos, Lumen, 1998); Valentine Penrose (Hierba a la luna y otros poemas, Ediciones Angria, 1995); Georges Bataille (Lo arcangélico, Fundarte, 1995); H.D. (Helena en Egipto, Ediciones Angria, 1994) y Charles Simic (Totemismo y otros poemas, Alción, 2000). Obtuvo las siguientes becas: Guggenheim (1994), Fundación Rockefeller (1998), Fundación Octavio Paz (2002) y New York Foundation for the Arts (2005). Su libro Islandia recibió el premio del PEN American Center al mejor libro de poesía en traducción del año (Nueva York, 2001). Actualmente enseña Literatura Latinoamericana en Sarah Lawrence College, Nueva York.
12.9.06
About Ruth Behar
De Ruth Behar recuerdo la generosidad, la sencillez, la sonrisa siempre franca, la calma, la atención. El acento hermoso-melódico-musical.
De Ruth Behar recuerdo su imagen subiendo unas escaleras cuando es medianoche. La palabra Miami. Ruth alejandose de ese Mar( de nuevo ese mar).
Ruth Behar was born in Havana, Cuba and moved with her parents to New York in 1961. She received her B.A. from Wesleyan University and her M.A. and Ph.D. in Cultural Anthropology from Princeton University. She has been honored with many awards. Some of the awards include: MacArthur Foundation “genus” award and John Simon Guggenheim award. She is now a Professor of Anthropology at the University of Michigan. Behar has written about her experiences while passing across many cultural borders. Now these experiences are helping with her filmmaking career.
About jEN hOFER
Jen Hofer is the editor and translator of an anthology of contemporary poetry by Mexican women which will be co-published by University of Pittsburgh Press and Ediciones Sin Nombre in 2003. Her other works include “Laws,” the July 2001 issue of A.BACUS, and The 3:15 Experiment, in conjunction with Lee Ann Brown, Danika Dinsmore and Bernadette Mayer (The Owl Press, 2001). Her first book of poems, Slide Rule, will be published by subpress in March 2002. Recent poems, translations and collaborations can be found in forthcoming issues of Antennae, Aufgabe, Chain, Kenning and Tripwire.
Hoy es martes...
ps.- Recibí felicitación por darme cuenta de que hoy es martes.
( el texto del Inicio)
De crg
10.9.06
[ Queremos tanto a...
It’s Hot. It’s Hip. It’s Tijuana?
del Noah
Tijuana de noche
N.M.M.
A los compas del Lab
Un grupo de poetas se agencia el pavimento sinuoso de playas de Tijuana y enfila, ciegamente, a un encuentro con el mar. Al mar de Tijuana, se sabe, no le asiste la belleza canónica; le asiste, si el verbo es adecuado, la facultad de estremecer. Debe ser medianoche ya cuando el grupo de poetas llega, al cabo de una hora de hundir los pies en la arena, al que se supone era su destino. Pero no hay alivio ni alegría en detenerse: sólo el estupor del silencio. Entre el rumor del oleaje, la negritud que los reduce y el devenir en sí, el grupo de poetas parece haber olvidado la razón de su periplo. Parados como están, de frente al abismo, entienden que Tijuana de noche es, en cierto modo, el tránsito puro.
*
Deben ser 50 los que se bajan de media docena de trocas y se instalan en círculo bajo el Arco de la Calle Primera y Revolución. No se diferencian de las hordas juveniles que toman los antros de todo calibre de la Zona Centro salvo por un detalle no menor: visten de la misma forma (en Tijuana, sobre todo de noche, no es posible la uniformidad). Reparten algunos volantes, consideran de vez en vez al transeúnte, pero en realidad están con ellos mismos: cantan, leen, aplauden, cantan, leen, aplauden. Al acercarme me entero que vienen del otro lado y que profesan alguna de las muchas variantes de la cristiandad. ¿Y qué hacen en las puertas mismas del Hades? Justamente, me dice uno de ellos, estamos acá para rescatar a las almas perdidas y regresarlas al buen camino. Así que cada uno de esos 50 ha de tomar a su respectiva suripanta, suripanto o noctívago para ahondar en los inconvenientes del pecado. No puedo quedarme a ver el operativo, aunque el volante que me han dado me otorga otra oportunidad de redención: al día siguiente el grupo ofrece, como vía de financiamiento, un show de monster trucks en el Toreo. En Tijuana, la palabra de Dios se predica en la iglesia y se esparce en los congales, pero se hace verbo entre los fierros retorcidos de una camioneta flameante.
*
Ciudad radicalizada, Tijuana crea con quien la habita una relación basada en la resistencia. Motivos para la tirantez hay muchos: el vértigo, la intensidad, el calor, la línea, el cruce (hay quienes han enfrentado a un migra de apellido Loveless). Los de la noche difieren en forma, pero tienden a lo mismo: si se recorre la calle Coahuila en aras de lo extremo, uno se topará con un desafío atomizado al olfato. De la grasa penetrante de los Kentucky Fried Buches al tufo inefable de El Fracaso (bar cuyo nombre repele de entrada), la nariz enfrenta las múltiples caras de un suplicio que se acentúa en el confinamiento: en la manía de los afanadores del Zacazonapan por disimular otros aromas con el uso indiscriminado del Pinol, puede leerse, si nos viene en gana, una relectura contemporánea del mito de Sísifo, pero también la confirmación de que si la noche tijuanense tiene algo de predecible (de hecho será lo único), eso es su capacidad de desafío.
* Hay una ex meretriz que se pasea desnuda por la Sexta rememorando colérica la falsedad de sus idus.
Hay 30 borrachos de vermouth en una azotea de La Libertad que degüellan con señas a un avión en fuga.
Hay una Suzu Trooper que extravía el camino a casa y se inmiscuye en los derroteros de su propia conciencia.
Hay un poeta que recupera la furia entre las caricias pagadas de Las Adelitas.
Hay las ganas de concordar con el cronista que dice que Tijuana nunca se muere.
O con la prosista de Rosarito que sabe que una noche en TJ puede extenderse, si así se desea, durante seis semanas.
De tanto retar nuestras resistencias, Tijuana, de noche, se hace querer.
La Primera Dama es un colectivo integrado por: Vizania Amezcua, Ishtar Cardona, Alberto Chimal, Hazel Gloria Davenport, Adriana González Mateos, Saúl Gutiérrez, Noé Morales Muñoz y Cristina Rivera-Garza.