Y sin embargo no se puede callar. No es el libro que vendrá. Es el libro que ya llegó. Es el libro. La poesía provoca, contagia, inunda. La poesía respira. Late bajo ese animal húmedo que es el lenguaje, que son las palabras. Prestar la mutación a lo que no se puede relatar. Hace tiempo ya de la primera lectura. La primera versión de los poemas. Hace tiempo, si. Ahora todo hay un museo vivo. Algo que late, respira, algo que presta la mutación. La posibilidad de la palabra por venir. Saúl lo escribió mejor: explorar los límites del lenguaje. Aquello que es impronunciable. La Vida. No la literatura: Museo vivo. El libro. Los poemas.
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