La platica post- navideña, miento platica navideña, cuando ya es tarde. El hermano de mi madre, por añadidura el Tío Martin, menciona un poco de la historia que más o menos he escuchado otras veces en otros tonos, con otras intenciones; pero esta vez es sólo con la buena intención de que la melancolía siga invadiendo el día navideño. Larga platica: la poesía, el paisaje, la sensibilidad, Josúe Mirlo, Enrique Villada, oyameles, ocotes, las pulcatas,Amecameca, el paisaje y la omnipresencia de los volcanes: el Xinantecatl, Iztacihuatl, Popocatepetl, etc.. Largo el listado de recuerdos. De imágenes. Tiene razón la crg el hogar es a veces también un sitio oscuro y de tensión. Pero todo cambia. O no. El caso es que el Tío Martin dice: no hay ninguna otra canción que me llegue tanto como esa. Se refiera a una canción de, los así llamados, sonoritmícos: en una tarde solitaria y triste ( sic) y luego describe los platicos cuasi-míticos de mi abuela, los comentarios entre hermanos. Una historia marcada por la premisa de la mesura. Cierta carencia. Lo que el Tío Martin dice: así nos crecimos. Y yo, sentado en algún sitio dela cocina, con mi suéter favorito, mi camisa favorita y el pantalón de lana gris compruebo que el tiempo, efectivamente pasa. El Tío Martin dice: cuando escucho esa canción, parece que el tiempo se detiene y entonces vuelvo a ese atardecer de las seis, vuelo a ver esos colores cuando el sol está cayendo. Vuelvo a todo eso( sic). De lo que nos reímos juntos: ya veremos que pensejadas escribes, como para decir te fumaste. Y todo a causa de la pregunta : Oye, hijo, ¿ Y tú libro? Y de distintos modos, llegamos a una misma premisa: la prevalencia de la palabra por sobre todo. El Tío Martin cuando escucha su canción retrocede. Yo, después de escribir un libro, lo hago también. Y como sabemos: Todo es lenguaje. Todo.
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