15.3.07

[La presencia de La Grieta


La lectura de También Berlín se olvida me hizo recordar muchas cosas de mi estancia en la fronteriza Tijuana; se trata de un libro que como leemos en la contraportada es un juego de dualidades: el viajero que escribe, el escritor que relata, el narrador que conmueve. En este tono la lectura de El Muro, fue más que entrañable pues Morábito escribe sobre las remodelaciones del muro, de cómo fue construido y de cómo cayó, sin embargo en el apartado titulado Cómo el muro nunca existió, dice que hay una llamada arquitectura negativa o arquitectura evocativa: proyectar el vacío y no la presencia. Así El Muro de Berlín ha sido sin duda la obra más significativa. Según esta corriente arquitectónica el espacio que nos rodea no sólo es el conjunto de los volúmenes y las formas que vemos sino de los que hemos dejado de ver. Dice también que El Muro fue construído con la premisa que la prudencia aconseja : deslizar una grieta para estar seguro de que se caerá( el muro) tarde o temprano.

Y así he vuelto a presentir Tijuana con su apabullante muro que se erige, la pared que se levanta y da la falsa idea de separación, un muro que tampoco existe, pero que algunos se aferran en crear. Pienso en que si acaso también se trata de un hito de la arquitectura negativa o si es más arquitectura evocativa. De sera así, en caso de que así sea: ¿Qué presencias y que vacíos se proyectan? ¿De quién son esas presencias, esos vacíos? Pero más que otra cosa pienso en que si acaso también ese muro cuenta con grietas. Yo creo que sí. Desde luego que sí. Y las grietas también son heridas. Creo que la grieta somos todos. Que, lo que sí es real y existe es, en efecto, la grieta que derrumba ese muro. Esto mismo es la grieta otra.

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