Hablaré de aquella cuyas piernas se asemejan a un gesto
La que se arroja desde lo alto de sus ojos
Desde lo oscuro de su cuerpo
La que me quiere con delirios
Con escándalos y silencios
La que tiene palabras para los otros
Y una sonrisa para nuestro secreto
La que dispone de un minuto para el mediodía
De su vida para siempre
De mi amor para la eternidad
Ella, que tiene la debilidad de esperarme
Y la manía de quererme
Tú, donde el error se hace acierto o belleza
Tú, que tienes la delicadeza de existir
--Mario Trejo
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