16.4.08

crónica de un deja vú fronterizo( incluye paisaje kitsch)

Es difícil describir todo lo que pasa, especialmente cuando uno está ya en el después. Es díficil, primeramente, escribir. Pero el caso es cotidiano. Absolutamente cotidiano. Pero lleno de casualidad. Caos-causalidad. El caso es que escribo todo esto como pretexto para decir que he estado a punto de perder mi cartera en dos ocasiones. Bueno contando las no recuperadas este es un empate: 2-2. No es la preocupación del escaso dinero , ojalá. Es más bien la preocupación de perder las credenciales que son como llaves de san Pedro. Los que estudian en la UNAM lo entenderán mejor. Los demás tienen que imaginarse que hacer un trámite en la UNAM es como estar en el IMSS, ISSSTE, Hacienda y otros, en el mismo día.Bueno quizá exagere un mucho. El caso es que para todo necesito credencial: para la biblioteca central, para la mediateca, para la biblioteca de filos( que, como se dice, me es "x") , para la alberca, para esto, para aquello. Una leve pesadillita les digo.


Ya había pasado una vez, a mitad de mi clase de los martes de 5 a 8, me dí cuenta de la falta de cartera. Corrí hacia la biblioteca, y J corrío hacía el salón en que habíamos estado antes de la clase. J, en contró un mensaje del grupo que había encontrado mi cartera: la recurperé sí, en ese momento casi besaba la mano de la amable ( raro) secretaría que me la devolvió intacta. Rceientemente eso paso, digo aquello de perder la cartera. Pero fue cuestión de una semana para que se comunciarán a mi casa diciendo que la habían encontrado.


Mi cartera fue a dar hasta Ecatepunk, ya una vez había ido a recuperar mi pasaporte a ese lugar( cuestiones cotidianias, digamos) ; así pues el viernes pasado J y yo nos embarcamos en senda cruzada de recuperación de la santa cartera.


El viaje fue larguisímo, además de que primero ni encontrabamos la famosa combi que nos llevaría a la no menos famosa colonia la virgen, manzana, tal, sector tal, calle tal, casa tal, fraccionamiento tal, código postal tal.


Fue un viaje raro:


a) Primero: la sensación de terrible deja vú fronterizo: pues no había más que un paisaje más o menos árido, mucho calor, una carretera infinita, velocidad, y muchos cerros con muchas casas, como en Tj. Algo que obliga a levantar la vista. A preguntarse hacia donde realmente va uno. Todo mientras el aire se cuela por las ventanas de esa llamada combi. Yo no vivo aquí. ¿ Podría yo vivir aquí?.


b) Segundo: la colonia definitivamente Kitsch, en seria afrenta con los ateros, pues la colonia se llama la virgen , y cada calle tiene nombres como: maria redentora, virgen de los lagos, virgen de plateros, santa maría auxiladora, santa maría redentora, santa maría blablabla; algo así como una letanía. Pero teniendo como marco un paisaje extenso, en un día de mucho aire y polvo, lo que se erige, dominándolo todo e imponiendose es , en efecto, una virgen de guadalupe, enorme algo así como 8 o 9 metros, al parecer de algún material plástico. Habrá quienes no tarden en encontrar comentarios filosos, digo yo.


Pero el caso es que la familia que encontró mi cartera se portó de lo más amable. Además de que recibieron con agrado cierto objeto armado a las afueras de un superama de por ahí. Regresó casi todo: excepto mi credencial de la facu, de la que me dicen las secretarias cometortas, antes de que siquiera explique mi tétrico caso, sólo hay reposiciones hasta agosto. Y pues bueno como se dice: yo sufro, sufro.

Regresar.

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