Y así. La sesíon del Taller de Escrituras Colindantes en pleno Zócalo. El regusto en la boca por ver a los talleristas irredentos. La reunión. El conjuro que nos reune : escritura. Y sí, provoca. Sí, regordea. Sí, es la voz suave parecida a la locura o al llamado que el suicida escucha justo antes de volver su mirada a la penumbra.Y por supuesto cierta crg: molto bella!. Y por cierto: Moncho y Veronique que nos dieron ride primero hacía la Ciudad Grandota. Y ahí estaban todos : Saúl, Susana, Nadlleli, Gaby, Laura. Como se dice ni eran todos los que son pero fueron todos los que estuvieron.Y por cierto J, que a pesar de estar cansadita andaba reagusto en el trote, con entusiasmo y todo. Después comidita, unos chilaquiles y una arrachera-de filetín- que rifaron. La platica, el chisme, el chiste, todo en una tarde de, ya, Otoño. En octubre. El regreso fue una tarde bellísima, el ocaso de mandarinas tiernas, el sabor del té en las comisuras de la boca. El cuerpo como untado por bálsamos suaves. El comentario : " te veo contento, te veo felíz".El ride de regreso, patrocinado por incierta crg.
Todo eso cuando es otoño. Todo eso cuando el tiempo se llama octubre.
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