13.11.06

¿ Qué tipos de mundos imposibles verán los pájaros cuando se asoman a las ventanas de nuestras casas?

1.- La novela histórica no es una agencia de viajes.
Un ejercicio de escritura es un experimento de escritura. El pasado no existe, no es sólido. El pasado no es un territorio estable, hecho. El pasado siempre está a punto de ocurrir. Interrogamos al pasado en el momento mismo de existir. El pasado no es un lugar que podamos visitar.
2.- La novela nos da lo que no sabemos que buscamos.
( o del momento epifánico)
Hay que buscar lo que uno no sabe que va a encontrar. Encontrar algo en el momento de buscarlo. Algo que sé me interesa pero sólo estando ahí podré saberlo. Sólo en ese momento y estando ahí. Ciertamente, oblicuamente, un momento epifánico.
3.- Creo en el personaje que no estuvo en todos los momentos importantes de la historia.
Atención a la, denominada, historia social : la de la gente común y corriente. Una historia que se deja integrar por los márgenes. Ver lo que ocurre en la esquina "x". Lo que pasa en la calle "z".
4.- El personaje no representa nada fuera de sí mismo.
Un personaje cuando es personaje está sólo en la escritura: se representa a sí mismo, es autoreferencial. Atención a la manera en que el personaje está construído y como su/el lenguaje lo estructura.
5.- y más:
Escribir desde el ahora. Desde lo contemporáneo. Desde el aquí. La escritura provoca lo real. Hay una pregunta y la escucho: ¿ Qué tipos de mundos imposibles verán los pájaros cuando se asoman a las ventanas de nuestras casas?
¿Qué hay después de la escritura fragmentaria ? Volver a la totalidad en la novela, a la novela como un todo especifíco, no parece una respuesta. Interesa una novela con visos del sujeto, especio, horizontalidad, desterritorialización. etc.
Y hay una mujer que fue atropellada en Reforma.
Y hay una sala de conciertos en Berlín.
Y hay un hombre anciano que habla español en un lugar lejano, lleno de nieve.
Y dice que estuvo ahí.
Y dice que habló con ella,
Hay un hombre que escapa a las páginas del libro.
Y Joaquín Buitrago va a Toluca.
Y hay un migra de apellido Loveless que reta a la secta de escribidores en la frontera más al Norte.
Y sí: la escritura provoca lo real.
Y el pasado siempre está a punto de ocurrir.
Como ahora. Justo ahora.
Hasta al punto cuatro, eso y más, dicho por Cristina Rivera Garza en la Semana de Letras en la Ibero, en el marco de la conferencia Novela Histórica. El cinco es, como se dice, de mi muy particular cosecha.
Salut!

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