Uno a veces espera la resolana de las 6:00 pm: el atardecer. Para esto: Para caminar. Para salir.Para pensar, en el camino, en cosas imposibles o improbables. Para darse cuenta que el atardecer es silencioso: los rayos del sol que resbalan por el reostro moreno. Afilado. Para llegar sin llegar. Para decir hola.Para pronunciar palabras que esperan por meses.
Más tarde:
¡Qué gusto saludarle Don K! Czesc, Jak sie masz?
Para cenar un filetin de salmon( french mostassé, ja), té con miel que es mejor que el aceite para motor. Y reir soberanamente como enanos con los desparpajos de South Park.
Afuera: la lluvia, los rayos. El sonido. Un grupo de sonidos. Y es de noche.
Al amanecer el cielo es azul, de nuevo. Azul. Bonsoir y omelette con quesito oaxaca.
Alka: Dziekuje
De regreso:
el atardecer se llama soberbio.
Y mi dak y mi má y alguien!!
( el verdadero comienzo de este post).
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