21.6.04

Discreta entropía.

Bajo pirámides angulares
mi rostro se
refleja,
sin lágrimas, tampoco tristeza.

Bajo pilares
mis manos se detienen
ya no buscan escapar,
se entretienen.

En los plieges finos de tu memoria
yo me disuelvo,
me despido
me entrego
no hay más que decir.

Bajo techumbres vivo
ya no atemorizado e infelíz,
más ahora tranquilo,
satisfecho.

No puedo quejarme
no puedo hablarte
pero puedo avergonzarme...


Bajo la sombra de tu voz
yo acelero el paso...
bajo el candor de tu piel...
bajo el sonido en tu pecho,
bajo tu carne,
bajo tu silencio...estoy yo,yo estoy.

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